Programa EXPLORA, Cuestión de hardware, software y soulware
Todos quienes pasamos los 40 años, recordaremos con cariño nuestro primer PC. Esa máquina que juntaba polvo y que con dificultad cargaba el Word cuando le agregábamos una imagen escaneada. Entonces, de manera irremediable y casi siempre sin guardar los cambios, procedíamos al inevitable reseteo. Nuestro hardware, daba poco de sí, y los softwares en ese contexto, corrían lentamente o simplemente no lo hacían.
El sistema educativo chileno, tiene algo de esa metafórica realidad. Nos apresuramos para que nuestros niños y niñas aprendan tempranamente, a leer, a escribir, a calcular, los pueblos originarios, los dioses griegos o la pirámide de los alimentos. Todo ese conocimiento es software, pero ¿y su hardware? ¿Qué estamos haciendo por la máquina que va a soportar todo lo que tienen que aprender en su vida? ¿Cuántas horas dedican nuestros niños al juego en equipo? ¿Cuánto saben de ganar, de perder, de diseñar sus propias reglas, de moverse en la incertidumbre, de seguir instrucciones, de negociar soluciones o hacerse preguntas? En nuestro ámbito, que es la ciencia y la tecnología ¿cuántas veces provocamos un “wow” con un fenómeno científico, salen al campo, clasifican especies, observan las estrellas, buscan información o plantean ideas sobre un fenómeno físico o químico? ¿Juegan nuestros niños con lo que les rodea?
El programa Explora de CONICYT desarrolla de manera permanente y a través de distintas iniciativas estas habilidades. No sólo busca divulgar la ciencia a través de talleres, charlas, programas de TV o aplicaciones móviles (software), sino que de manera sistemática ha trabajado con cientos de profesores en la región, a quienes les ha dado herramientas para desarrollar el “hardware” de sus alumnos, promoviendo la indagación, la curiosidad, la investigación científica y el pensamiento crítico. Son los profes quienes probablemente hacen hoy el mayor aporte a desarrollo científico del país, pues no corre un software sin un buen hardware. Y eso no es todo, además entre toda la comunidad científica debemos trabajar en el “soulware” (soul=alma): la alegría, la motivación, el trabajo bien hecho y el convencimiento que sólo a través del conocimiento nuestro país podrá sortear los principales desafíos que enfrenta.
Las tres parte del sistema las veremos integradas en el XIX Congreso Nacional de la Ciencia y la Tecnología de Biobío, de EXPLORA CONICYT, donde 71 equipos nos contarán cómo la pasión por la ciencia, los han llevado a hacerse preguntas, desarrollar investigación y contar sus resultados a la comunidad. Quizás quienes evalúan y diseñan las políticas públicas en educación puedan pasar a visitarlos, hablar con ellos, pues son el mejor ejemplo que pese a todas las dificultades las cosas se pueden hacer bien… y nuestras redes de computadoras sigan trabajando.